Tu secreto

-¿Y..?
-¿Qué?, no empieces con tus rodeos, sabes que me fastidean. Dime
-¿Me vas a decir tu secreto?
-¿Quieres que yo, la devoradora de caramelos, la chica acaramelada, que yo! te cuente mi secreto?

Dudó antes de continuar
-Sss-si
Ella se lanzó a reir sin más
-¿Qué es lo que te parece tan gracioso?- preguntó con enfado-
-Pues me parece gracioso que quieras que te lo cuente, si te lo digo así sin más ya no sería un secreto, ya no sería mi secreto
-Si me lo digieras... y tu y yo lo guardaramos seguiría siendo un secreto

Ella dudo
-¿Tratas de decir que ahora va a ser "El secreto de la devoradora de caramelos y el chico pastelitos bañados en chocolate"?
-Algo por el estilo
-Mmm... bueno, acercate
El se acercó lo más que pudo sin llegar a incomodarla -o más bien sin llegar a sonrojarse-

-Ash!, ven, acercate te digo -lo toma por el cuello y lo apega más a sí, logrando un leve rubor que a ella le provoca una dulce sonrisa- Mi secreto es....

El guarda silencio nervioso, traga saliva nervioso y siente que ha echo mucho ruido, se colora aún más al sentir el dulce aliento de ella en su oido

-Mi secreto es... -continua-... que tendras que averiguarlo por tu cuenta, yo trabajo sola, lo siento

Se levantó de un salto y caminó meciendo sutilmente sus caderas, sabiendo perfectamente que el chico la miraba incredulo. Su figura parecía aún más perfecta en ese vestido blanco. Se dió la vuelta para mirarlo.
-Hey!, si te quedas ahí nunca sabras mi secreto

Sin pensarlo él se levanta y sale a caminar con ella por las calles de Paris, creyendo que tal vés, algún día, decida no trabajar sola y le invite a compartir sus días con ella.
La chica acaramelada rie por dentro, sabiendo que lo que él quiere ya lo está haciendo... simplemente, no se dá cuenta.