Cuando pienses que la noche se ha instalado en tu mente/ que en tu interior estás retorcido y angustiado,/ deja que te demuestre que estas ciego./ Baja las manos porque puedo verte./ Yo seré tu espejo.

-Lou Reed

lunes, 7 de febrero de 2011

En el aeropuerto

Me metí el caramelo de miel en la boca con mucha dificultad, me temblaban las manos de sólo pensar en el roce de tu piel al abrazarnos, tu mirada escrutando mi rostro, y tu sonrisa al bajar de ese avión.
Me puse mi mejor vestido casual, arregle delicadamente mis cabellos, viendo como se deslizaban libremente por mi espalda. Puse un toque de brillo en mis labios, y le sonreí al espejo. Me sentí hermosa y esperaba con todo el corazón que tu pensaras lo mismo.

Mientras caminaba en busca de un taxi, sentí un auto acercandose por detrás. Me di la vuelta para ver a Max bajar y sonreirme con una de esas sonrisas, que aunque no eran tan especiales como las tuyas, me reconfortaban.
Se ofreció a llevarme al aeropuerto, y en el camino me di cuenta que había un extraño brillo en su mirada... no le presté atención. Después de estacionarnos se detuvo un momento a observarme detenidamente.

-Estás hermosa -me dijo- como siempre

Eso me puso tan feliz que ignoré la última parte. Si él veía que estaba bella, era muy seguro que tu pensaras lo mismo.
Sonreí y me fijé en la hora, corri hacia la entrada justo a tiempo de verte buscandome con la mirada, corrí con más fuerzas y salté a tus brazos.
Nos fundimos en un largo abrazo que para mi duro más de una hora, pensé que todo el mundo nos estaría viendo como si fuera un reencuentro de pelicula. Luego de un lafgo beso lleno de pasión, y un gran esfuerzo en separanos me tomaste por los hombros y me observaste entera. Tu mirada de admiración me hiso sonrojar.

-No hay palabras para describir lo bella que estas
-Gracias -dije emocionada- te quiero
-Te quiero...por cierto, llegaste temprano
-Ah, si... Max me trajo
-De nuevo ese tal Max? -vi enfado en tus ojos-
-Hey, no te pongas celoso otra vez, solo somos amigos -te bese-

-Tu debes ser el tal Xavier -oí decir a Max a mis espaldas. Me di la vuelta tratando de liberar tensión pero te me adelantaste-
-Y tu debes ser Max -digiste con aspereza-
-Mira, solo te diré una cosa; no te darás cuenta cuando Emily sea mi novia -se dio la vuelta y camino a su auto. Me molesto que hablara de mi como un objeto, pero a ti te molesto aún más. Te vi cerrar los puños y apretar los dientes con ira-
-Asi que solo amigos?
-Yo...Xavier...yo no...

Me cortaste
-Se que tu no sientes nada, confio en tí...pero no en él.... Vamos -tomaste tu maleta y me llevaste a por un taxi-
-Te amo -dije mientras te abrazaba con cariño- nunca estaré con él, lo prometo
Sonreiste con ternura y me abrazaste mientras me llenabas de besos
-Me too
-Noto que trajiste algo desde Inglaterra
-Bueno, en England no hay chicas tan guapas como tu y ninguna te llama a las dos de la mañana para desaburrirse, pero por otra parte, creo que de ahora en adelante me irá bien en ingles
-Que bueno, porque yo sigo siendo un desastre

Y nos bañamos de risas por todo el camino, felices de volver a estar juntos

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